















































Por las infinitas misericordias de nuestro Dios, el pasado domingo 12 de enero celebramos con gozo el 13º Aniversario de nuestra iglesia.
Durante estos años, la trayectoria ha sido bastante pintoresca: salas de hogares, marquesinas; salones de eventos, escuelas, locales comerciales, son algunos de los lugares que nos han servido como punto de reunión, mas en cada uno de ellos palpamos el poder de Dios a nuestro favor. Trece años de innumerables pruebas y desafíos convertidos en victoria.
Además, comprendimos que el tiempo de Dios es el perfecto, pues dicha celebración la realizamos en nuestro nuevo local. Un espacio por el cual oramos durante más de un año, sin embargo, nunca pensamos que sería en tan magnifica dimensión e importe.
Nos gozamos grandemente, celebrando juntos en armonía, al igual que nuestros hermanos del primer siglo; junto a nuestros amigos y familiares. Pero el verdadero gozo radicó en la convicción de que si hemos llegado hasta aquí [13º Aniversario], es porque Cristo es la cabeza de su iglesia. Por esa razón no dejamos de compartir su poderoso evangelio de arrepentimiento.
Pasó el festejo, mas nos queda el reto, durante este iniciado año y los que están por venir, de seguir creciendo juntos en armonía, como cuerpo de Cristo. Afrontando los retos que la vida nos ha de traer, por Su permisiva voluntad, la cual siempre hemos de acatar, mientras recorremos día a día la vida santa y piadosa a la cual nos llamó.
Gracia y Paz