Idolatría significa literalmente servir a ídolos. Un ídolo es la representación de un dios falso, ya sea una imagen, o una escultura. Según el diccionario Greco-Español W. Vine, el término ídolo se refiere a una apariencia, literalmente aquello que es visto, o una idea, imaginación. En el Nuevo Testamento se refiere a: (a) una imagen para representar a un dios falso (Hch 7:41; 1 Co 12:2; Ap 9:20); (b) el dios falso adorado en una imagen (Hch 15:20; Ro 2:22; 1 Co 8:4,7; 10:19; 2 Co 6:16; 1 Tes 1:9; 1 Juan 5:21). El término hebreo correspondiente denota «vanidad» (Jer 14:22; 18:15); «cosa de nada» (Lv 19:4). Así, aquello que representaba una deidad para los paganos, para Pablo era una «vanidad» (Hch 14:15); «nada en el mundo» (1 Co 8:4; 10:19).
¿Qué hace de la idolatría un pecado tan abominable ante Dios? ¿Cuáles cosas están implicadas en la idolatría? Hay muchas cosas implicadas en la idolatría, pero entre las cuestiones envueltas en este pecado, existen dos que son supremamente sobresalientes, la primera es que la idolatría desvía el culto que pertenece a Dios, hacia obras construidas por manos de hombres, y el hombre se hace ingrato ante su creador, tomando la honra que pertenece al Dios vivo y verdadero, y dándola a esculturas e imágenes, en las cuales no hay espíritu (Jeremías 10:14; 51:17 Cf. Salmos 115:4-8).
La segunda cosa que sobresale, es que, el culto a los ídolos, es culto a los demonios. El apóstol Pablo dice: “Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, A LOS DEMONIOS LO SACRIFICAN, Y NO A DIOS; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. 1 Cor. 19:20”, también en el libro de los Salmos, tenemos: “Y SIRVIERON A SUS ÍDOLOS, los cuales FUERON CAUSA DE SU RUINA. SACRIFICARON SUS HIJOS Y SUS HIJAS A LOS DEMONIOS, y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas, QUE OFRECIERON EN SACRIFICIO A LOS ÍDOLOS DE CANAÁN, y la tierra fue contaminada con sangre. Salm 106:36-38”, es decir, que cuando alguno está sirviendo a ídolos, está sirviendo a Satanás, porque la idolatría es un culto al Diablo, y no a Dios.
Por tanto, el asunto de la idolatría no debe ser tomado como cosa ligera. Los dos primeros mandamientos del decálogo de Moisés se refieren a ella: «No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te inclinarás a ellas, ni las honrarás…. Ex. 20:3-5» Las consecuencias que vinieron sobre el pueblo de Israel por el descuido de estos dos mandamientos fueron funestas en extremo, y no ha sido ni será diferente para aquellos que la practican, de hecho, los idolatras tendrán su parte en el lago de fuego y azufre, que la muerte segunda (Apoc. 21:8).
República Dominicana necesita volverse al Dios vivo y verdadero, Jehová de los Ejércitos; necesita abandonar la idolatría; necesita arrepentirse de dar culto a su PATRONA. Dios tenga misericordia.
Pastor Alberto Moneró Rijo